sábado, 22 de agosto de 2020

ARTICULO-0002. Un nuevo modelo.


A menudo nos dicen que debemos ser objetivos, pero si lo fuéramos seríamos objetos (J. Bucay); el simple hecho de ser humanos nos hace subjetivos, por lo que siempre tendemos a apreciar las cosas desde un punto de vista particular; difícil resulta contemplar todas las perspectivas existentes, pero a mayor cantidad de enfoques estudiados más equilibrado será el criterio asumido. Así la señal de un receptor GNSS (otrora sólo GPS), a mayor cantidad de satélites en línea, más precisa la posición. La crisis del Covid-19, ha abierto las puertas para que analistas de todo el mundo aporten su opinión acerca de cómo debe ser interpretado el momento actual. Desde el punto de vista de un servidor, no deben generalizarse los efectos de la crisis en función de una tendencia específica, pasa que es más frecuente apreciar los blancos y negros de un cuadro que sus tonos de grises. Hace algunas semanas, circulan en las redes artículos de opinión con listas de elementos que han quedado al descubierto con la crisis y a partir de los cuales es necesario invocar un nuevo modelo. Al respecto, debe tenerse en cuenta lo riesgoso de criticar al modelo perdiendo de vista su reemplazo, estaríamos dejando abierto un hipotético espacio potencial de ser ocupado por el omnipotente egoísmo humano, factor a menudo ausente cuando jugamos a hacer arquitectura de sistemas (¿externalidad humana?). En consecuencia, resulta necesario continuar haciendo aportes que permitan esbozar ese nuevo modelo sustituto, tomando en cuenta que debe este ser sostenible a partir de realidades tan complejas como la globalización, la lucha de clases, las culturas y tradiciones, el calentamiento global y la naturaleza humana en sí misma, casi siempre individualista. En medio de la crisis, se ha señalado incluso que el concepto de desarrollo sostenible ha caído en desuso; nada más lejos de la realidad. Se trata de dar un nuevo giro al reto conceptual del desarrollo incluyendo nuevas variables sin adscripción política o ideológica específica surgidas tan solo quizá del sentido común; se trata de hacer la “posición” del receptor un poco más precisa. Diseñar un nuevo modelo, comienza por hacer sostenible el manejo de los recursos disponibles, ya sean materiales o en forma de talentos. En este “pequeño punto azul pálido” (C. Sagan), alejado años luz del destino prometedor más cercano, no se me ocurre mejor tema para comenzar una lista de factores para tener en cuenta, que la adopción de un sistema cíclico de aprovechamiento de los recursos (una idea ya preconcebida); en un aspecto clave de la sostenibilidad, los recursos deben tener la mayor tasa de reincorporación al sistema, y eso incluye a los humanos. Son de cuidado tanto la correcta administración de los recursos materiales como la protección de las personas, de allí que la base de un nuevo modelo parte por garantizar, sin excepción, el correcto y libre funcionamiento de la academia como sede creadora del conocimiento, casa formadora de los profesionales que dedicarán sus vidas a aspectos primordiales como la salud, educación, alimentación, seguridad, ordenación del territorio, y, sobre todo, el desarrollo tecnológico que nos permitirá evolucionar el modelo actual en una nueva oportunidad para avanzar. Al final dos consideraciones; una, debemos ser conscientes de que la crisis del Covid-19 parece distar de un auténtico apocalipsis que fuerce la implantación de un nuevo modelo, y, dos, que, una vez llegado el momento, no saldremos del atolladero buscando en las fallas del otro un motivo para tener la razón. Un nuevo modelo se construye con todos y para todos. 

César Camacho Díaz

No hay comentarios.:

Publicar un comentario